Archivo Municipal

Las primeras referencias a la custodia de los documentos del Ayuntamiento aparecen a partir de 1413, cuando los mayordomos del concejo se traspasaban los documentos anualmente. Desde 1421 se tiene constancia del lugar donde se guardaban: el arca de palo en que va todo, vna arca con su llave o vn arca de madera donde están las escripturas. Cuando el volumen de documentación aumentó se hizo necesario primero la construcción de una alacena de tablero y la construcción de estanterías y después disponer de una habitación dedicada exclusivamente para el archivo.

Las autoridades municipales procuraron en mayor o menor medida conservar la documentación y tenerla organizada pero la realidad es que su desorganización fue un mal crónico, sucediéndose sin éxito las ordenes para su arreglo, ordenación o inventario y el nombramiento de personas responsables del mismo. En ocasiones la responsabilidad de hacerse cargo de los documentos, mediante el traspaso, dio lugar a inventarios como el de 1528 y en otras ocasiones se elaboraron inventarios ex profeso como el de 1925. 

La situación descrita mejoró sustancialmente cuando Morón se acogió en 1983 al Plan de organización y descripción de archivos municipales de la provincia de Sevilla dirigido y subvencionado por la Diputación. El resultado de los trabajos quedó plasmado en el inventario publicado en 1985, que recogía la documentación del Archivo hasta 1960. A partir de esta intervención, que sentó las bases del actual Archivo, se vuelven a suceder actuaciones puntuales, por diverso personal y de forma no continua hasta que en el año 2005 el Ayuntamiento crea la plaza de archivero con carácter permanente.

El Archivo ha estado durante la mayor parte de su historia, hasta la inauguración de su actual sede, en el edificio del Ayuntamiento, en la plaza del mismo nombre. La primera construcción data de 1590-1593 cuando el concejo decide trasladarlo desde su antigua sede a un solar en la entonces denominada Plaza Baja. Desde su construcción fue sometido a continuas reparaciones y reconstrucciones siendo la más destacada la de 1878 que modificó su fachada, y le dio el aspecto exterior con el que ha llegado a nuestros días. Dentro del Ayuntamiento el Archivo ocupó distintos espacios.