La documentación que ha producido el Ayuntamiento a lo largo de la historia es la misma que produce hoy. Algunos documentos conservan el mismo nombre, otros han cambiado, pero responden a las mismas características porque la razón de ser y la función del Ayuntamiento siguen siendo las mismas. Lleva a cabo funciones de gobierno y administración, ofrece servicios a sus vecinos y regula y gestiona impuestos para poder costear esos servicios.
El documento más antiguo que se conserva en el Archivo es un privilegio rodado sobre pergamino concedido por el rey Alfonso X en 1271. Otros documentos sobre pergamino conservados son los privilegios y confirmaciones posteriores concedidas a la villa por los reyes Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique IV, y por los señores de la villa los maestres de Alcántara y los condes de Ureña.
Entre las series documentales los registros de sesiones del Ayuntamiento -actas capitulares o actas de pleno- es la más importante al recoger las deliberaciones y acuerdos de los miembros de la corporación sobre los temas más diversos. El registro más antiguo data de 1402-1426. A partir del siguiente, 1500-1515, la serie continúa prácticamente ininterrumpida hasta nuestros días.
Destacan también la serie de padrones de habitantes, elaborados durante la edad moderna por motivaciones fundamentalmente fiscales o militares. A partir del siglo XIX los padrones ofrecen más datos: incluye el nombre y apellidos de todos los habitantes, el domicilio, la profesión, edad, el lugar de nacimiento y su parentesco dentro de la unidad familiar. Con este grado de descripción se conservan desde 1800.
Los expedientes relacionados con el reclutamiento militar existen desde 1596 y ofrecen información sobre los varones que tuvieron que servir en el ejército.
Los registros civiles de nacimientos, matrimonios y defunciones entre 1840 y 1870, periodo en que los ayuntamientos realizaban esta función, también se conservan en su totalidad.
Los expedientes relacionados con las obras públicas y particulares se generalizan a partir de la segunda mitad del siglo XVIII y a través de ellos se puede conocer el desarrollo urbanístico y sus características, a lo que contribuye la existencia de planos de algunos edificios y de la ciudad.
La documentación sobre la hacienda municipal es muy numerosa, en ella se recogen los ingresos recaudados, principalmente por la vía de impuestos, y los gastos a que hace frente para el buen funcionamiento del municipio. Esta documentación hacendística se remonta al siglo XV con el libro de cuentas de 1437-1456, posteriormente surgirían los presupuestos municipales conservándose los expedientes desde 1837.
La documentación se encuentra organizada a través de un cuadro de clasificación que, dividido en secciones y subsecciones, recoge todas las series documentales que existen en el Archivo.